miércoles, 30 de diciembre de 2009

Mis mapas mentales

“Un prejuicio es como estar piloteando un avión con el reporte meteorológico de ayer.” Adagio popular.


Un mapa es una imagen mental, un recuerdo del pasado que señala algunos recorridos, algunos aprendizajes vividos por mí mismo o por otros; y aunque un mapa puede ser de gran ayuda al guiarme y motivarme a descubrir, también se puede convertir en un prejuicio que impide conectar con el presente, con el lugar en donde estoy y que tal vez ya ha cambiado en relación al mapa. Un mapa es una guía que señal algo que puede ser importante ver, tener en cuenta o comprender, señala algunas rutas, posibles obstáculos y destinos, y de mí depende ir más allá, de mi depende ir a explorar, atreverme a mirar.

Hay mapas de:

Dios, de la vida y de la muerte, de lo que me hace valioso, de lo que es ser exitoso o fracasado, de lo que fui, de lo que soy y de lo que debería de ser, de mis familiares, de mis amigos, de qué es un amigo, un enemigo, un desconocido y como debo tratarlos,... mapas de todo y de todos, mapas desde donde comparo, evalúo, concluyo, juzgo, descarto, elijo, deseo, temo, huyo...

¿Cuáles son mis mapas?
¿De quién los heredé y aprendí, de donde vienen?
¿Qué mapas me limitan y estancan, qué mapas refuerzan el miedo?
¿Qué mapas me llenan de juicios haciéndome perder la paz?
¿Qué mapas facilitan mis relaciones dejando espacio al respeto, a la posibilidad de encontrarnos y verdaderamente compartir?
¿Qué mapas me permiten ampliar la perspectiva ayudándome a fluir con la vida en lugar de luchar contra ella?
¿Qué mapas me invitan a ser flexible, a tratarnos con cariñito, a "aceptarnos" como seres humanos que estamos aprendiendo a vivir viviendo?
¿Qué mapas me guían hacia una mayor libertad, paz y amor?
¿Qué mapas le dan mayor sentido a mi vida?

Y sin descartar los mapas que “en realidad” me ayudan los utilizo como apoyo, como una guía, y me permito recorrer el territorio por mi cuenta, observando, sintiendo, cuestionando, estando presente para poder desaprender y aprender, dejando espacio a la constante actualización y creatividad a la que el presente me invita.

¿Quién sostiene el mapa mientras explora el camino?
¿Quién, retirando sus ojos del mapa, observa el paisaje?
¿Quién deja ir el pasado dejando espacio al presente?

Con mapa o sin mapa, con el destino en mente o viajando sin rumbo fijo, trato de disfrutar el camino.

martes, 29 de diciembre de 2009

"El buscador es lo buscado"

"La ignorancia en sí es la causa del sufrimiento". Buda


Un Curso de Milagros, Advaita y Eckhart Tolle, entre otras tradiciones espirituales, coinciden en que YA somos la paz, la dicha y el Amor que tanto deseamos y que creemos nos espera en un futuro distante que parece nunca llegar, coinciden en que YA somos la Esencia plena, pura e inocente que tanto anhelamos y que confundidos pasamos por alto al estar identificados con creencias absurdas, recuerdos viejos e imágenes desactualizadas de nosotros mismos, de los demás, del mundo y de la vida en general; coinciden en que en nuestro interior Ya existe y Ya somos el tesoro, el diamante, la perla, la chispa divina, el corazón que simplemente espera a ser descubierto por quienes cansados de tanto luchar y sufrir concluyen que tiene que haber otro camino, otra manera de vivir y de relacionarnos, abriendo así la mente y el corazón a la inspiración, a la voz del Maestro Interno que de manera sabia y paciente nos ayuda a despertar a la realidad eterna, amorosa y atemporal que es nuestra herencia natural.

El camino espiritual es la vida misma, el día a día, lo cotidiano y es el Maestro Interno quien iluminándonos, nos ayuda a recorrerlo, permitiéndonos ver y entender toda situación y relación como una oportunidad para sanar y para finalmente despertar a nuestra verdadera identidad y realidad: la perfecta unidad con Dios. El Maestro Interno nos guía, nos sana, nos consuela, nos ayuda a interpretarlo todo como una puerta abierta que puede llevarnos del "a"mor condicional al "A"mor incondicional; nadie es más especial que los demás, nadie es menos especial que los demás, en Esencia somos Uno y lo mismo: puro Amor-Unidad.

El Maestro Interno es la voz que habla por Dios, es nuestra verdadera voz.

Y sin forzarme elijo abrir el corazón, elijo soltar las creencias e imágenes que aparentemente nos limitan y dividen, elijo agradecer por la oportunidad de aprender y sanar juntos, elijo fluir con la vida en lugar de seguir luchando contra mí mismo, elijo despertar al Amor de Dios que es mi Esencia, sin olvidar que, como diría Nisargadatta Maharaj: “el buscador es lo buscado”.


Maestro Interno, gracias por ayudarme a reconocer la Esencia plena y amorosa que ya soy, gracias por ayudarme a soltar toda imagen y creencia limitada, distorsionada y enfermiza que pudiese estar abrigando acerca de mí mismo, de los demás, del mundo y de la vida en general; gracias por ayudarme a recordar que en el presente, ya, aquí, ahora, soy completa mente inocente.

Un Haiku

Hace un tiempo


Me invitó al concierto de su profesor de piano,
Asistimos juntos,
Música maravillosa que no disfrutó al enfocarse en aciertos y errores que él le enseñó a evaluar.